Inquieta. Lo sabemos.
Desde niña me pasa. Cada cosa nueva que llegara al pueblo, yo quería participar.
No importaba si fuera deporte, música, baile, teatro u olimpíadas de matemática.
Yo quería estar en todas.
No he cambiado eso con el tiempo. O mejor, quizás hoy, soy un poco más clara con las cosas en las que me gusta participar, pero siguen siendo muchas!
Soy curiosa….es así!....pero lo que sí he cambiado es mi relación con cada una de esas curiosidades.
Por ejemplo, he aprendido que me gusta mucho mas hacer las cosas en equipo, que disfruto de compartir y de los detalles más pequeños, y sobre todo, que no estoy completa si no están felices quienes me rodean.
He aprendido que no quiero ser la mejor de mi clase.
De chica, en cambio, si aprendía a bailar, quería ser parte de l@s que estaban seleccionad@s en el ballet; si practicaba un deporte, la pasaba muy mal cuando perdía, o cuando alguien cometía un error. Ni hablar si era yo misma la que se equivocaba, quizás pasaba noches largas pensando en el ridículo. Si hacia teatro quería tener el mejor papel. Y así…con cada cosa.
Todo esto, descubrí mas tarde, eran enseñanzas absolutamente sociales, o sea, de la escuela, la iglesia, el estado y todas las instituciones formales, que a estas alturas…más que formarnos, creo que nos deforman.
No importaba como este tu compañer@.
Sobresalía el mejor promedio, la persona que tenia asistencia perfecta, quien nunca sucumbía ante las adversidades. Y estaba dispuesta a todo.
Así nos educan. Después, con el tiempo, algún@s deciden seguir creyendo en esas verdades....y otr@s, claro, derrumbamos toda clase de mitos y dioses.
Esta decisión es un tanto dura, en principio, porque nos hacen sentir fuera de todo. A medida que avanzamos vamos reconfirmando que por fortuna, hay muchas personas como nosotros, tras las mismas búsquedas.
Una de las enseñanzas mas acertadas de esta etapa me la regalo una amiga que me dijo: “Hay que ponerse objetivos chiquitos, cortos y totalmente realizables. Solo así vamos creciendo y avanzando con firmeza, claridad y salud”
Esto, cuando lo entendí y lo empecé a aplicar me dio grandes satisfacciones.....y redujo ampliamente los momentos de frustración!,
Sobre todo, aprender a caminar paso a paso, descubriendo las hermosas personas que el camino iba presentando y consiguiendo las fuerzas para superar adversidades.
Porque vamos forjando las herramientas para caminar y elegir sembrar lo que se pueda a nuestro paso.
La parte más compleja es quizás, que también nos asumimos responsable de nuestras equivocaciones. Pero eso también es aprendizaje!.
Adónde voy con todo esto?...no lo se!...hace tiempo deje de pensar en grandes objetivos.
Mis metas son cotidianas...y sobre todo hechas desde el amor.
Pero quería compartirles lo siguiente:
Pil llegó a Colombia....y está muy muy muy Feliz!!!
Para eso, primero llegó a Santa fe, después a Salta, después a Jujuy, después a Potosí, Sucre, La Paz....y así sucesivamente!.
Pil se levanto todos los días, buscó su desayuno, su trabajo de la semana, su pasaje y avanzó unos kilómetros mas.
Buscó comunicarse con la gente que quiere y buscó dejar entrar en su corazón, nuevos amores.
Llego a lugares increíblemente cálidos.
Tuvo momentos difíciles y ganas de echarse a dormir y no seguir caminado.
Días en que no quiso escuchar la guitarra y buscó el silencio. Porque ese también fue un objetivo a cumplir.
Y otras veces quiso cantar y escuchar a otr@s sonar.
Andar en bus, en avión y en camión.
Ir al mar, a la montaña y caminar por las ciudades repletas de autos, de cemento y de historia.
Pil llegó a Colombia, que era un sueño a cumplir, pero antes de eso: ¡cuántas cosas antes de esoooo!!!..
Cuántos sueños cumplidos!
Gracias por acompañar este viaje!!
Salu y Avanti!
